Diseño y autor: Rafael Ruiz Liébana | Año: 2007-2008
Materiales: Tallado en madera de cedro, dorado en oro de 23 ¾ quilates y policromado en sus figuras y relieves
Peso: 3.400 kg. | Medidas: Las medidas del cajillo son: 5 metros de largo, 3.70 metros de ancho y 1 metros de alto
La Santísima Virgen de Consolación y Lágrimas realiza su salida procesional durante la tarde del Miércoles Santo en su Trono procesional, obra del malagueño Rafael Ruiz Liébana, que lo realiza entre los años 2007 y 2008.
Rafael Ruiz Liébana diseña y ejecuta este Trono con motivos inspirados en detalles de los dos Tronos anteriores que tuvo la Virgen, y que fueron realizados por el granadino Luis Vicente y Pedro Pérez Hidalgo, manteniendo, por ejemplo, el medio punto en la parte frontal del cajillo tan característica del que realiza Pérez Hidalgo, en 1953.
Realizado en madera tallada, sobredorada y policromada, siguiendo el estilo barroco, en este Trono se retoma, como ocurre en el Trono del Santísimo Cristo, la estética andaluza imperante en Málaga en décadas pasadas y que procedía de la escuela granadina. El Trono sobresale por la monumentalidad de sus dimensiones y por la valentía en el tratamiento de la madera, aunando lo grandioso con el detalle.
El Trono parte de un moldurón, tallado con motivos vegetales, en donde se levanta el cajillo de forma rectangular, salvo en la delantera que tiene forma de arco, y donde predominan las protuberancias de las esquinas. En el frontal, el arco centra la composición de la talla, resuelta con hojarasca, acantos y guirnaldas de flores, con una cartela central que cobija la figura de la Virtud Teologal de la Fe. Los laterales del Trono, a diferencia de la delantera, se presentan rectos con salientes que van marcando la distribución tanto de la talla como de las cartelas.
En el año 2011, el taller de Raúl Trillo y Salvador Lamas llevó a cabo una remodelación en el Trono de la Virgen que afectó a los arbotantes y las esquinas del mismo. En los arbotantes se modificó la línea que poseían y la disposición de los brazos existentes, además de añadir otros nuevos, otorgando al conjunto de mayor iluminación, al contar desde entonces cada arbotante con 21 puntos de luz. Destacan también la altura de estos, que quedan a quince centímetros por debajo de la bambalina. Por otro lado, en las esquinas se realizaron dos paneles tallados, a ambos lados de cada una de ellas, aumentando el volumen de dichas esquinas, dotándolas de mayor amplitud y modificando la situación y forma de las mismas. También las cartelas y las figuras de las Virtudes Teologales de la Caridad y la Esperanza que lo adornan son diseño y ejecución de Raúl Trillo y Salvador Lamas, realizadas en 2014.
Programa iconográfico
El programa iconográfico hace alusión a las Virtudes Teologales, así como a las vinculaciones históricas de la Archicofradía y al tercer Titular de la corporación.
En el frontal se representa la figura de la Virtud Teologal de la Fe, mientras que las Virtudes Teologales de la Esperanza y la Caridad se representan en el centro de los laterales del Trono, a derecha e izquierda respetivamente. Flanqueando estas dos últimas figuras de los laterales del cajillo, se ubican pequeñas cartelas ovaladas. Las figuras de las Virtudes y las cartelas se tallaron en madera de cedro, siendo posteriormente doradas, estofadas y policromadas. Las cartelas tienen unas dimensiones de 28 centímetros de diámetro. En las mencionadas cartelas se representan las siguientes imágenes:
· Nuestra Señora de la Merced y San Felipe Neri, aparecen en los tondos del lateral izquierdo, haciendo referencia a la primitiva sede canónica, la desaparecida Iglesia de la Merced, y al actual emplazamiento de la Archicofradía, la Iglesia de la Santa Cruz y San Felipe Neri. La primera figura representa la primitiva imagen sedente que presidía el convento de padres mercedarios. La segunda de ellas representa la petición del santo de los dones del Espíritu Santo, quien tras recibir el amor de Dios quedó con el pecho deformado.
· San Pedro Nolasco y La Soledad al pie de la cruz son los dos temas que representan los tondos del lateral derecho. El primero de ellos evoca al fundador de la Orden de la Merced. La segunda escena representa una Dolorosa al pie de la cruz con sudario, haciendo referencia a otro de los Titulares de la corporación, el Santo Sudario. Se rescata también en esta segunda representación la iconografía que nuestra Archicofradía procesionaba antiguamente.
El programa iconográfico se completa, finalmente, con doce querubines que se distribuyen en la parte más alta del cajillo, cuatro a cada lado y en el frontal del trono.