Orígenes
La devoción y el culto a la Preciosísima Sangre de Jesucristo son de fuerte arraigo en la historia de la Iglesia, alcanzando en la Edad Media un gran apogeo.
En España se va a propagar primeramente por Cataluña y luego por el levante español llegando a Málaga a través de esta vía, gracias a la Orden de la Merced, que hará suyo en el siglo XV la propagación del culto a la Sangre de Cristo, apoyando la fundación de instituciones en todos sus conventos con este objetivo devocional, muy especialmente en los de nueva fundación.
En 1499, se establece en Málaga la Real, Militar y Celeste Orden de Nuestra Señora de la Merced, redentora de cautivos, asentando su primer convento en una ermita situada entre el cerro de Gibralfaro y el de San Cristóbal, junto al camino que iba de Málaga a Vélez-Málaga, donada a la comunidad de religiosos por el capitán Alonso Fernández de Rivera, uno de los conquistadores que acompañó a los Reyes Católicos en la reconquista de Málaga.
En 1507, la Orden obtiene de la ciudad un solar frente a la Puerta de Granada, en el arrabal de los ganados, consagrándose su iglesia en 1509. Es en estos años cuando hay que situar la fundación de la Cofradía de la Sangre en Málaga, unida a la comunidad mercedaria, colaborando con la Orden en todas sus actividades caritativas y también en la liberación de cautivos, hasta la exclaustración de las órdenes religiosas en 1835.
Las primitivas constituciones de la Archicofradía de la Sangre datan de 1507. Dato que conocemos documentalmente gracias a la copia de unas reformas de las constituciones del año 1789, depositadas en el Archivo Histórico Nacional, en Madrid, donde se transcriben las constituciones del año 1507. En este documento aparece el párrafo: “Constituciones de la Venerable Cofradía de la Sangre de Jesucristo Nuestro Señor, situada en el Real y Militar Convento de Nuestra Señora de las Mercedes de esta ciudad de Málaga en el año de 1507”. Al final de este mismo documento se hace un resumen de las singularidades de la Cofradía y se dice: “tan antigua que por congruentes tradiciones, no dista mucho su erección de la conquista de esta ciudad, que por desolación repetida de epidemias y pestes, hay noticia de haberse oscurecido tan bellas memorias tan dignos monumentos de su creación y de cuya primitiva época aún resuena la heroicidad de sus primeros cofrades, no habiendo quedado de su inmemorial institución más vestigios que el patronazgo que goza sin contradicción sobre todas las Hermandades situadas en dicho Real y Militar Convento de Nuestra Señora de las Mercedes”.
La fecha de 1507 seguramente corresponda al momento en que la Cofradía de la Sangre, anteriormente constituida, se instala en el recién alzado convento de la Merced, aunque no formalice sus constituciones hasta 1578, a pesar de que pudieron estar redactadas con anterioridad. Esta diferencia de tiempo, justifica las repetidas veces en que la frase “como ha sido uso y costumbre hasta aquí” aparece en las mismas, refiriéndose a distintas actividades de la Cofradía.
Por tanto, la fundación de esta Archicofradía se remonta a finales del siglo XV o inicios del siglo XVI, siendo pues una de las Cofradías más antiguas de la ciudad.