Trono del Cristo

Diseño y autor: Rafael Ruiz Liébana | Año: 1995-1996
Materiales: Tallado en madera de cedro, dorado en oro de 23 ¾ quilates y policromado en sus figuras y relieves
Peso: 3.400 kg. | Medidas: Las medidas del cajillo son: 4.40 metros de largo, 3.05 metros de ancho y 1.10 metros de alto

 

El Santísimo Cristo de la Sangre realiza su salida procesional durante la tarde del Miércoles Santo en su Trono procesional, obra del malagueño Rafael Ruiz Liébana, que lo realizó entre los años 1995 y 1996.

Rafael Ruiz Liébana diseña y realiza este nuevo Trono del Santísimo Cristo de la Sangre inspirándose en detalles de los dos Tronos anteriores que tuvo nuestra Archicofradía. La forma y el diseño del cajillo se inspiran en el Trono que ejecutara, en 1925, el tallista granadino Luis de Vicente, mientras que los hachones o blandones rememoran al que realizara Francisco Palma Burgos, en 1944.

De estilo barroco, el Trono retoma en su madera tallada, dorada y policromada, los valores que tanta influencia tuvieron en décadas pasadas, cuando la estética andaluza imperante en Málaga procedía de la escuela granadina.

El Trono parte de un moldurón, tallado con motivos vegetales, de donde parte un cajillo de forma rectangular, donde predominan la rectitud y la talla como elementos más sobresalientes de la obra, destacando la exuberante y frondosa decoración del mismo.
La división estructural se localiza en las cartelas centrales, escoltadas por paneles con escenas en relieve, estando incorporados al propio cajillo, guardando la verticalidad del conjunto sin concesiones a otro tipo de volumetrías. Esta horizontalidad se rompe tenuemente con las cuatro voluminosas esquinas, de donde arrancan cuatro artísticos hachones que iluminan el Trono. Se culmina el cajillo con una nueva moldura tallada, con sucesiones de flores, mientras que una crestería da continuidad a las esquinas, otorgándole forma triangular y actuando de soporte de los blandones, aportando a cada lado de éstos un punto de luz mediante tulipas.

Finalmente, como elemento característico del trono malagueño está el arco de campana. En el caso del arco de campana del Trono del Señor de la Sangre, este se talló en madera de cedro real con estructura oval, siendo sobredorado en oro fino de 23 ¾ quilates y policromado en las figuras, contando con una altura de 1.21 metros por 59 centímetros de ancho en su perímetro exterior y unas medidas de 30 centímetros de alto por 37 centímetros de ancho en su perímetro interior.

Se ubica entre los dos varales centrales, siendo de estilo barroco como el Trono, en una sucesión de volutas y hojarascas de formas simétricas que parecen abrazar la campana, situada en su interior. En la parte superior, se encuentra tallada la heráldica de la Archicofradía escoltada por dos querubines, mientras que, en la parte inferior, todo el organigrama ornamental desemboca, como elemento principal, en una concha peregrina. En el centro se encuentra la campana propiamente dicha, realizada en bronce, en cuyo reborde se puede leer la leyenda Cristo de la Sangre. Su autor, que lo realizó en 1997, lo denominó Medallón de Campana, por la forma tan personal del mismo.

Programa iconográfico del Trono

El programa iconográfico se resuelve, principalmente, con alusiones a las vinculaciones corporativas de la Archicofradía, así como a su sede canónica.

El Trono presenta cuatro cartelas principales, que centran cada lateral del cajillo:

· En el frontal del Trono sobresale la heráldica primitiva de la Archicofradía entre la decoración de motivos vegetales.
· En la trasera se representa un busto de San Felipe Neri, titular de nuestra parroquia
· En los laterales del Trono, se han representado los escudos del Ayuntamiento y la Diputación de Burgos, instituciones muy vinculadas a nuestra Archicofradía.

En los relieves que escoltan las cartelas se representan escenas de la Pasión de Cristo, tomando iconografías malacitanas, captadas todas en momentos en los que procesionan por lugares típicos de nuestra ciudad, representándose las siguientes imágenes:

· El Nazareno de Salutación, hermandad con la que compartimos sede.
· El Cristo de Exaltación, Jesús de la Puente del Cedrón, Jesús Nazareno “El Rico” y el Cristo de la Expiración, todas ellas corporaciones que realizan su estación de penitencia también en la tarde del Miércoles Santo.
· Jesús de la Columna y Nuestro Padre Jesús Orando en el Huerto, corporaciones hermanadas con nuestra Archicofradía.
· El Cristo Resucitado, en representación de la Agrupación de Cofradías de la Semana Santa de Málaga.

El programa iconográfico se completa, finalmente, con la colocación de ocho querubines situados junto a las tulipas de las esquinas del Trono.

Grupo escultórico del misterio de la Sagrada Lanzada

Nuestra Señora y Madre del Socorro: Antonio Gutiérrez de León, 1858
San Juan Evangelista: Amadeo Ruiz Olmos, 1943
María Magdalena: Francisco Naranjo Beltrán, 2023
María de Cleofás, María Salomé, Longinos, sayón y caballo: Rafael Ruiz Liébana, 1997

El Santísimo Cristo de la Sangre, actualmente, es acompañado en su trono procesional por un grupo escultórico que escenifica el momento del misterio de la Sagrada Lanzada.

Nuestro primitivo Titular siempre procesionó en solitario o en compañía de sendos angelotes que portaban toallas de lino para recoger la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor. A partir de mediados del Siglo XIX, el misterio representó un Stábat Mater con las imágenes de la Virgen del Socorro, donada por N.H.D. Antonio Gutiérrez de León, San Juan Evangelista y una Magdalena.

En los años veinte del siglo XX, el escultor valenciano pero afincado en Sevilla, Francisco Marco Díaz Pintado, realiza las figuras de María de Cleofás y María Salomé, así como la imagen del soldado Longinos a caballo y un sayón.

Tras los acontecimientos de 1931 y 1936, en donde se pierde la gran totalidad del patrimonio histórico-artístico de la Archicofradía, esta volverá a procesionar a partir de 1943, con la nueva imagen del Santísimo Cristo de la Sangre formando la escena del Calvario junto con Nuestra Señora y Madre del Socorro, única imagen que se salvó de aquellos hechos, y San Juan. Será en 1963, cuando se una al misterio el grupo de la Lanzada con Longinos a caballo y un sayón, obras de Pedro Pérez Hidalgo. Posteriormente, en la última década del siglo XX, se encarga la realización de un nuevo conjunto escultórico al artista malagueño Rafael Ruiz Liébana, que realiza las imágenes del soldado romano a caballo, el sayón, María Cleofás y María Salomé en 1997, siendo estas las que actualmente procesionan junto con el Cristo, la Virgen del Socorro y San Juan. María Magdalena ha sido recientemente realizada por Francisco Naranjo, en el año 2023.

Nuestra Señora y Madre del Socorro: Imagen de vestir realizada por Antonio Gutiérrez de León en 1858, de gran valor artístico, siendo donada a la Archicofradía por su autor. Se integra en el conjunto escultórico que acompaña al Santísimo Cristo de la Sangre, situada a la derecha del Crucificado, viviendo en primera persona el dolor por el sufrimiento de su Hijo, que se refleja en su profundo llanto. Para más información, diríjase a la sección dedicada a la imagen en esta misma web.

San Juan Evangelista: Imagen tallada de vestir, realizada por el escultor cordobés Amadeo Ruiz Olmos en 1943. Situado a la izquierda del crucificado en el trono procesional, viste túnica a la usanza hebrea, portando en su cabeza un nimbo o halo de metal dorado, como signo de santidad. Acompaña durante el año al Santísimo Cristo de la Sangre y a María Santísima de Consolación y Lágrimas en el altar de la Archicofradía en la parroquia.

María Magdalena: Imagen de vestir tallada en madera. Se presenta en el misterio arrodillada a los pies de la cruz, con actitud implorante y la mirada dirigida hacia la imagen del Redentor.

María de Cleofás y María Salomé: Imágenes de vestir talladas en madera, que situadas en una esquina del misterio, viven en primera persona la escena de la Lanzada, lo que explica la actitud dialogante y consoladora entre ambas.

Longinos y sayón: Imágenes talladas en madera, realizadas a imagen y semejanza de las anteriores realizadas por el escultor Pedro Pérez Hidalgo. Son las dos figuras que dan sentido al pasaje de la Lanzada. Situados frente al crucificado, Longinos montado a caballo en actitud desafiante y la mirada fijada en Jesús, porta en su mano derecha la lanza que atravesó el costado de Cristo. La imagen del sayón completa el grupo sujetando al equino en posición rampante con sus patas delanteras levantadas.

La lanza que porta Longinos, donada y ejecutada por un hermano de la Archicofradía y estrenada en el año 2018, recrea la lanza que tradicionalmente se considera utilizada por Longinos, conservada en Viena. En ella aparece la representación de un clavo de Cristo, una gubia y la inscripción en latín “Lancea et Clavus Domini”, que significa “La Lanza y el Clavo del Señor”.