El sábado, 3 de julio, tuvo lugar el Solemne Culto en honor a nuestro Sagrado Titular, el Santísimo Cristo de la Sangre, con motivo de la Festividad de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, que se celebró el 1 de julio.
Este año, y tras el paréntesis del año anterior por mor de la pandemia del coronavirus, nuestra Archicofradía ha podido instalar el altar efímero que habitualmente levanta con motivo de la mencionada Festividad, aunque no se pudo celebrar el tradicional besapiés, con el que honramos y veneramos al Cristo de la Sangre, sustituyéndolo por la veneración.
Es por ello que, el Señor de la Sangre, se ubicó el viernes y el sábado a los pies de la iglesia, a una altura baja pero sobre un monte de corcho y flores silvestres en cuya cúspide y a los pies del Cristo se alzaba una rosa roja. Escoltaban al Señor crucificado los cuatro blandones dorados de nuestra Archicofradía con cera blanca y dos columnas donde se dispusieron jarras con variedad de flores: rosas, claveles y margaritas en tonalidades rojas, uvas, trigo, pan y hojas silvestres. Tras la efigie del Crucificado aparecía un resplandor realizado por un hermano, que trataba de rememorar la estampa antigua que ofrecía nuestro primitivo titular en su altar de la desaparecida iglesia de la Merced, donde aparecía también este elemento. Como dosel se utilizó en esta ocasión la antigua bambalina lateral del palio de la Virgen de Consolación y Lágrimas, confeccionada en los talleres de Manuel y Esperanza Elena Caro y que procesionaba desde 1948 hasta el estreno del actual palio. La estampa fue muy llamativa y muy fotografiada por hermanos, devotos y curiosos.
La Solemne Celebración Litúrgica tuvo lugar a las 19:30 horas del sábado, en una iglesia de San Felipe, cuyo aforo mermado por las medidas de seguridad, se presentó abarrotada de hermanos que no quisieron faltar a su cita y reencontrarse con el Cristo de la Sangre. Finalmente, los presentes pudieron disfrutar de los sones de la Camerata de la Agrupación Musical de la Vera+Cruz de Campillos, que acompañó con sus sones la Celebración Litúrgica, creando momentos de profundo recogimiento. Desde estas líneas, queremos expresar nuestro agradecimiento por esta ofrenda de música y amor a nuestro Sagrado Titular.
Fotografías: Adrián Ariza y Luisma Gómez Pozo