El pasado 5 de abril, Miércoles Santo, volvían a abrirse las puertas de nuestro templo filipense. A las 20:00 horas, la Cruz guía se ponía en las calles de la ciudad para comenzar nuestra estación de penitencia. Han pasado quince días de aquel magnífico Miércoles Santo, por lo que es tiempo de agradecer y de recordar todos los momentos que vivimos en torno a nuestros Sagrados Titulares.
En una mañana luminosa y llena de sol, numerosos hermanos, autoridades y otras cofradías se acercaron a nuestra Casa Hermandad para ofrendar al Señor y a la Virgen, así como a desear una buena estación de penitencia. En los tronos se dieron los últimos retoques.
A las 18:30 horas se celebró en nuestra sede canónica la Misa de Nazarenos, previa a la procesión. Estuvo llena de hermanos y hermanas vistiendo su túnica, en un momento de reflexión y oración, íntimo y cercano a Dios. Tal y como marcaba el reloj, se formó rápidamente el cortejo en el interior del templo para salir a la hora prevista.
El Santísimo Cristo de la Sangre, sobre su nueva Cruz, completó la difícil maniobra de salida a los sones de la Agrupación Musical de la Vera+Cruz de Campillos y su nueva marcha «El Señor», de Felipe Trujillo. Estrenaba su nueva corona de espinas y portaba la medalla de oro de N.H.D. José Santiago a sus pies. A Su derecha, en el Monte Calvario, la Virgen del Socorro es consolada por San Juan mientras una espada de dolor le atraviesa el alma, como reza la profecía de Simeón. Un exorno de rosas rojas, calas burdeos, eringium, limonium, tilancia, musgo y plantas silvestres completaban el monte para el misterio de la Sagrada Lanzada.
Por su parte, la Santísima Virgen de Consolación y Lágrimas, exquisitamente ataviada y estrenando una mantilla de blonda española de los años 20, partió a los sones de su marcha «Bajo un cielo malva» enlazada con «María Santísima de las Penas», en conmemoración del cincuentenario de esta pieza musical. Profusamente enjoyada, con la nueva medialuna bajo sus pies, la Virgen lucía la medalla de oro de la Agrupación de Cofradías de D. Antonio Baena Gómez, así como las medallas de oro de nuestros diferentes Hermanos Mayores Honorarios. Sobre las nuevas ánforas se disponía un exorno elegante compuesto por rosas vendela blancas, rosas de pitiminí malvas, brunia, hypericum, flor de arroz y lilium malva. Las campanas de ambos tronos llevaron luto por nuestros hermanos fallecidos.
También fueron estrenadas las túnicas de todos los hombres y mujeres de ambos tronos, que aportaron un mayor empaque a los dos conjuntos procesionales, así como la pintura del estandarte de la Virgen de Consolación, obra de Francisco Naranjo, y el incienso propio de la Archicofradía con el que se perfumaron las calles.
Un Miércoles Santo en el que descubrimos nuevos enclaves para la Archicofradía. La bajada por Plaza del Teatro y las diferentes curvas otorgaron a nuestro desfile un sello clásico y lleno de momentos de recogimiento. Un lugar en el que el cofrade puede ver a la Hermandad en toda su esencia. Igualmente, volvimos a transitar por una Tribuna de los Pobres llena de público y fervor.
El paso de nuestros Sagrados Titulares por la Plaza de la Constitución volvió a enmudecer a la Tribuna Oficial, desde donde el Sr. Obispo y los miembros de la Agrupación de Cofradías contemplaron nuestro paso. Sones fúnebres y solemnes para Cristo muerto en la cruz, así como clásicos y malagueños para su Madre.
En la Plaza del Obispo, ante la S.I.C.B. de Nuestra Señora de la Encarnación, realizamos nuestra estación de penitencia, dirigida por nuestro Director Espiritual, donde reflexionamos y rezamos en torno al misterio de la Sagrada Lanzada y el consuelo de María.
El regreso a nuestra Casa Hermandad se realizó sin imprevistos, con un nutrido cortejo nazareno, y marcado por las altas horas de la madrugada. Sin embargo, los tronos del Señor y la Virgen fueron acompañados por hermanos y devotos que no quisieron perderse el recogimiento vivido en el entorno de calle San Agustín, donde el paso del Señor fue impecable, así como el de la Virgen, cuando el silencio del público hizo que la Banda de Música de la Paz se escuchara más que nunca con los sones de «Cristo del Amor», de Francisco Javier Moreno, en honor a nuestros hermanos de la Cofradía victoriana que vienen celebrando su centenario. También fue muy emocionante la subida de calle Casapalma y Dos Aceras, donde se comprobó el buen estado en el que llegaron los tronos.
A las 4:20 horas de la madrugada del Jueves Santo, volvía a posarse en el suelo de la Casa Hermandad el Santísimo Cristo de la Sangre, finalizando así nuestra estación de penitencia.
Desde la Junta de Gobierno de la Archicofradía, nos gustaría agradecer a todos nuestros hermanos, cofrades y devotos que nos acompañaron a lo largo de todo el recorrido, a pesar del retraso acumulado, totalmente ajeno a la Hermandad y que será analizado en la Agrupación de Cofradías.
Gracias a nuestros NAZARENOS, aquellos sin los que no sería posible nuestra procesión. Hermanos y hermanas que se revisten con su hábito rojo o malva y acompañan con su luz o con su enser al Señor y a su Madre. Sois el verdadero sentido de todo. También a las señoras de mantilla por recoger con su riguroso luto el sentir de nuestra Corporación.
Gracias a los HOMBRES Y MUJERES DE TRONO por poner el mayor de sus esfuerzos en el caminar de nuestros Sagrados Titulares. Por saber llevarlos con la elegancia y la sobriedad que merecen.
Gracias a todos los HERMANOS que conforman la procesión y prestan su servicio a esta Archicofradía para la mayor gloria del Señor de la Sangre y la Virgen de Consolación: cuerpos de acólitos, monaguillos, mayordomos, capataces, comisión externa, auxiliares, comunicación, fotógrafos y videógrafos. Sin vosotros tampoco sería posible.
Gracias a nuestros HERMANOS MAYORES HONORARIOS por su acompañamiento, especialmente a la Subdelegación de Defensa, por portar una vez más el Pendón Morado de Castilla, y al Ayuntamiento y Diputación de la Ciudad de Burgos, manteniendo los históricos lazos de unión con nuestra Hermandad.
Gracias a nuestras queridas BANDAS, la Agrupación Musical de la Vera+Cruz de Campillos y la Asociación Músico-Cultural Ntra. Sra. de la Paz, por poner sus mejores sones tras el caminar de nuestros Sagrados Titulares y perpetuar el inconfundible y extraordinario binomio entre ambas formaciones y nuestros tronos.
Por último, GRACIAS A TODOS LOS COFRADES que nos acompañaron en todo momento por las calles de la ciudad arropando a nuestro cortejo nazareno. El Señor y la Virgen escuchen todas vuestras peticiones y ofrendas de amor.
Y, por supuesto, os bendigan a todos siempre.
Comenzamos a trabajar, desde el pasado Jueves Santo, en todo aquello que esté en nuestra mano para mejorar la procesión y la imagen de la Archicofradía. Todos los hermanos que participaron en la procesión tienen a su disposición un cuestionario para hacernos llegar sus inquietudes y propuesta de mejora. Pueden acceder a través del siguiente enlace: Estación de Penitencia – ArchiSangre 2023.
Igualmente, seguimos promoviendo el culto interno a nuestros Sagrados Titulares durante todo el año en la Parroquia de la Santa Cruz y San Felipe Neri, así como la formación y la caridad, los tres pilares en torno a los que se sustenta la Archicofradía.
Laus Deo
Galería fotográfica Miércoles Santo 2023 – Javier Díaz Valdeiglesias
Con la colaboración del Ayuntamiento de Málaga – Área de Cultura
La Archicofradía ha solicitado una subvención al Área de Cultura del Excmo. Ayuntamiento de Málaga, dentro del marco de apoyo económico a las Cofradías y Hermandades incluidas en la Agrupación de Cofradías de Málaga y que han procesionado en la Semana Santa de 2023, a efectos de contribuir al pago de una de las facturas de los proveedores de la Archicofradía durante la pasada Semana Santa.