Nuestra Archicofradía y la Parroquia de la Santa Cruz y San Felipe Neri viven desde la noche de ayer, 1 de octubre, una estampa histórica en los anales de las cofradías malagueñas.

Nuestra Madre Dolorosa, talla de vestir de gran valor artístico, realizada y donada a nuestra Archicofradía en 1858 por su autor, Antonio Gutiérrez de León y Martínez, preside junto al Santísimo Cristo de la Sangre la capilla de nuestra Archicofradía, hecho motivado por la ausencia de nuestra Amantísima Titular, María Santísima de Consolación y Lágrimas, que se encuentra en estos momentos siendo restaurada por Francisco Naranjo.

La venerada imagen ha sido ataviada por su vestidor, Alejandro Guerrero, con saya azul marino bordada en oro y manto de color burdeos, portando corona de capilla, para este mes de Octubre tan especial en el que volvemos a ver a Nuestra Madre en nuestra Parroquia. La última vez que sucedió una estampa semejante, fue la Cuaresma de 2018, durante el Triduo, presidiendo la capilla junto al Santo Sudario.

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